Friday, March 29, 2024

¿La UE tomará, alguna vez, medidas para detener los asentamientos israelíes?

Solo unas horas antes de la toma de posesión del presidente estadounidense Joe Biden la semana pasada, Israel avanzó con miles de unidades de asentamientos coloniales.

Para Benjamin Netanyahu, es un paso para asegurarle a la nueva administración estadounidense que los esfuerzos para detener la empresa de asentamientos ilegales de Israel serían inútiles.

Este paso también se toma para demostrar que cualquier compromiso para una solución negociada que ponga fin a la prolongada ocupación de Israel sería una batalla perdida.

Ambos supuestos significan permitir que Israel continúe con el proceso de anexión sin dejar de negar los derechos de los palestinos, lo que fomenta la implementación de la “visión” de Donald Trump, un proceso que puede y debe detenerse.

Israel está ideando métodos ahora para construir un asentamiento colonial ilegal entre Belén y Jerusalén.

“Giv’at Hamatos”, como lo llama Israel, separará las dos ciudades, dividiendo la Cisjordania ocupada en dos partes: norte y sur, y aislando a Jerusalén Oriental del resto de la Palestina ocupada.

No importa cuán dañino sea, lo que está ocurriendo no es una situación nueva.

Es parte de un proceso de anexión que continúa después de más de medio siglo, con una implacable expansión de asentamientos coloniales que, como claramente lo menciona la Corte Internacional de Justicia, niega el inalienable derecho palestino a la autodeterminación.

Por lo tanto, la confianza de Israel está avanzando con “Giv’at Hamatos”, “E1” y otros proyectos de asentamiento, es un testimonio del absoluto fracaso de la comunidad internacional para responsabilizar a Israel por sus violaciones sistemáticas del derecho internacional y las resoluciones de la ONU.

En 1996, Netanyahu impulsó la construcción del primer asentamiento colonial ilegal, tras la firma del Acuerdo Provisional de Oslo.

Jabal Abu Ghneim, una montaña boscosa con un sitio arqueológico en Beit Sahour, se convirtió en un objetivo de las ambiciones coloniales de Israel, llamado “Har Homa”.

Este asentamiento fue el segundo esfuerzo de Israel para aislar a Belén de Jerusalén (el primero fue el asentamiento ilegal del asentamiento “Gilo” construido en tierras pertenecientes a Beit Jala en 1971).

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